Si yo fuera Presidente

   Esta mañana oía en la radio el giro que la gobernabilidad de España tomaba como consecuencia del inicio de las conversaciones entre los lideres del Partido Popular y Ciudadanos. Pilar Cernuda, comentaba que Rajoy tenía intención de poner un plan de reformas ambicioso sobre la mesa que revisase todas las leyes controvertidas de la legislatura anterior. Bienvenido sea el anuncio si pone una nota de cordura en la galopante carrera que los cuatro líderes de las fuerzas más votadas han emprendido en post de las puertas de la Moncloa.

   Sin embargo, como jurista, profesional y práctico del Derecho, lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido el título de un programa de la década de los ochenta «Si yo fuera Presidente». En el momento actual, lo que, creo, interesa a la sociedad española es que el país mire hacia el futuro. Sin embargo, no he podido dejar de pensar horrorizado en una legislatura en la que se vuelva a poner «patas arriba» nuestro ordenamiento jurídico.

   Los cuatro años anteriores, con mayor o menor acierto, han supuesto un restyling de leyes que afectan a puntos capitales de la vida de los ciudadanos, de nuestra maltrecha sociedad. Familia, trabajo, impuestos, educación… han sido cosas que no han quedado en el tintero del Legislador popular. La apisonadora de la mayoría absoluta allanó distintas parcelas de la Legislación española.

   Como anécdota, el otoño pasado compré un Código civil, como suelo hacer cada vez que se acomete un cambio legislativo. La última edición… ¡no incluía la última reforma que afectaba aun solo artículo! Esa reforma había sido la gota que colmaba el vaso y no pudo ser tenida en cuenta por la editorial.

   Todo lo anterior debería servirnos, especialmente a la clase política, para entender que por encima de los intereses de los partidos y de los programas políticos se encuentra la estabilidad de nuestro sistema, de nuestra forma de entender las cosas y de lo que el progreso y modernización debería realmente querer decir.

   Me parece, y dudo que nadie piense lo contrario, que sea quien sea el nuevo inquilino de la Moncloa debería tener claro que legislar para deshacer lo legislado sin el más mínimo consenso no favorece a nadie.

   Por eso, si yo fuera Presidente… procuraría dar estabilidad a nuestra sociedad con un marco jurídico adecuado que no fuera revisado cada cuatro años.

   Sin embargo, yo nunca seré Presidente y penitentemente compraré códigos y digeriré las anodinas reformas legislativas que cada cuatro años se sucedan… ¡igual me hago editor!

Antonio Ripoll Soler

Notario de Alicante

www.notariaripoll.com

3 Comentarios »

  1. Es muy interesante ver cómo funciona y evoluciona este país en el que vivimos. No me deja de sorprender ,-por desgracia- para lo malo. Miro en nuestro entorno, y veo que hay muchos países peor legislados que el nuestro, pero obviamente sí que hay muchos que son sistemas más justos o con más sentido común.
    Tenemos una constitución obsoleta, y no es justo que un voto de una persona de otra provincia valga más que de otra persona en otra provincia. Siempre mirando el principio de igualdad, y, este principio básico – el de la igualdad – me molesta mucho cuando veo que dependemos de un Rey, al que no hemos elegido. NO es coherente.
    Empecemos de nuevo, y reescribamos la carta magna, los principios de madurez de un país han de empezar por su raíz.
    Y sólo luego- quizás – no tengamos que hacer leyes, aprobarlas y para derogarlas luego ( por algo será) miremos a nuestro alrededor y aprendamos.
    Quizás de esta manera no tengas de comprarte tantos libros … Un saludo

  2. Yo soy una ciudadana de a pie y no estoy dentro del mundo de los juristas; pero si en el del que nota los efectos del cambio de las leyes, cambios que, en muchas ocasiones obedecen a intereses partidistas.
    Me llama mucho la atención que las diferentes fuerzas políticas no puedan pactar o llegar a acuerdos que favorezcan al conjunto de la ciudadanía, primando sus intereses particulares. Estamos en un tiempo histórico político en el que, supuestamente, habrá reformas de «donde dije digo, ahora digo diego», lo cual repercutirá en nuevas ediciones de los Códigos correspondientes, con todo lo que conlleva…Pero si es para el bien general vale la pena que se hagan
    Es cierto, como se dice en el post anterior que la Constitución habría que revisarla, «actualizarla»; pero no desecharla como también dice el post anterior. «mirar alrededor» no basta, porque las miradas son diferentes y las nuevas leyes que emerjan con ese criterio serán tan cambiantes como los dias.
    ¿Acaso no es posible en la actualidad recuperar el Sentido de Estado, llegando a acuerdos las fuerzas políticas? Yo viví la Transición y me asombraba de cómo partidos políticos tan dispares lograron ponerse de acuerdo a través de los llamados Padres de la Constitución para la elaboración de ésta. Era un conglomerado ideológico diverso e incluso antagonista. Sin embargo lograron redactar una Constitución basada en unos valores de convivencia que ahora parece que se están esfumando. La Carta Magna hay que revisarla de principio a fin, pues los tiempos han cambiado mucho y habrá que actualizar ciertas cosas, ampliar o reducir otras…pero desecharla y hacer una nueva lo veo imposible, dado que la capacidad de un diálogo, que no parloteo, constructivo no parece muy probable.
    Creo que una ingente cantidad de códigos irán apareciendo…
    Extemporáneamente respecto al tema, me permito trasladarlo a la educación, pues miles y miles de libros de texto escolares y planes de estudio son modificados al albur de cada ministro de educación que irrumpe con un nuevo partido/s en el poder.
    ¿No es posible un gran pacto Educativo duradero?,así las familias, los estudiantes y el profesorado tendrían un panorama menos sombrío para el bolsillo, el aprendizaje y las ideas.

  3. Hemos vivido un período de diarrea legislativa donde las cosas han ido surgiendo de ocurrencia en ocurrencia, muchas de ellas complicado la vida del ciudadano, y no me voy a ir a casos como la Constitución que habéis comentado, que es muy compleja de cambiar y que requiere mucho consenso, me voy a algo tan sencillo como puede ser la Ley Hipotecaria, que no parece muy importante, pero que a la hora de la verdad puede amargarnos.
    ¿Algún medio de comunicación se ha hecho eco de ella?, ¿Se saben los desmanes que se ha cometido con ella y cómo el Estado nos va a cargar con sus errores para que él tenga las cosas bien a nuestra consta?

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