¿Tener razón o ganar dinero?
¿Tener razón o ganar dinero? Hace ya algún tiempo, formulé a los distintos miembros de mi equipo esa pregunta. Me gustó cuando Mariola, indubitadamente, contestó: «Yo, tener razón». Mariola estudia los asuntos, empatiza con las personas, y le gusta encontrar sentido a lo que hace, es, sin duda, una magnífica colaboradora. Tengo la suerte de que esos mismos valores los tienen todas las personas que trabajan conmigo.
La semana pasada -motivó el último post, relativo a los poderes extranjeros que se utilizan en España– descarté firmar una escritura de compraventa y su correspondiente préstamo hipotecario porque el comprador y, a la vez, prestatario no estaba suficientemente representado. Se aportaba un documento privado francés con la firma legitimada notarialmente. Eso no es un poder. Para llegar a esa conclusión tuve que estudiar el régimen de los apoderamientos franceses y utilizar mis conocimientos de Derecho Internacional Privado. La cuestión me pareció lo suficientemente interesante como para relatarla en el post de referencia. Post que, en menos de un día, tuvo más de mil visitas y que nadie rebatió.
A los pocos días, Diego, el oficial de mi Notaría, en la línea de la actitud de Mariola, me comentó sorprendido que la operación se había firmado en otra notaría. No es que los Notarios tengamos un radar. Simplemente, cuando se pide nota al Registro de la Propiedad con el propósito de firmar una escritura, para evitar fraudes, te notifican las otras notas simples continuadas que han pedido desde otras notarías o que, durante un plazo, se piden. Por prudencia, cuando esa situación se produce, pregunto a los interesados, incluso al otro notario, sobre cuál es la causa por la que el asunto parece haberse encargado en dos Notarías diferentes.
Los notarios, en el ejercicio de nuestra función, nos debemos a la Ley. Ciertamente, la Ley es interpretable. Sin embargo, que un documento privado con las firmas legitimadas por notario francés no sirve como poder no admite interpretación. Es algo indubitado. La apostilla, pese a lo que alguno pueda pensar, otra curiosa forma de interpretar la ley en beneficio no se yo de quién, no convierte en bueno el documento; lo que no sirve en Francia no sirve en España. Por eso, aunque en determinadas ocasiones hay cosas interpretables, en otras existe, simplemente, ignorancia del operador jurídico.
Siempre me ha contrariado cuando he descubierto que no firmaba una escritura por ignorante. A veces, mantenemos un criterio equivocado, si un compañero ha estudiado mejor el tema, puede que preste el servicio correspondiente. Por ello, procuro estudiar suficientemente todos los asuntos; mi despacho se financia como consecuencia del servicio que presto. Equivocarme compromete la viabilidad económica de mi despacho. Rechazar un asunto, por mucho que lo estudie, no conlleva más que costes; no obstante lo cual, es algo que hago a diario cuando no se ajusta a los patrones de la Ley.
En el caso que relato, el propio representante de la entidad de crédito comentó a Diego que la escritura se había firmado en otra Notaría. Comentando con otro Notario, me dijo, eso es, símplemente, ignorancia del compañero. Cierto, me lo creo; sin embargo, es una curiosa ignorancia en beneficio propio. Muchas veces, no llegan a desencadenarse los problemas, la gente paga el préstamo puntualmente, no existe problema, el asunto se entierra… sin embargo, si yo no pudiera pagar, diría que se utilizó un poder inexistente y pediría responsabilidad al Notario, la misma responsabilidad que pediría el Banco contra el compañero que por ignorancia y, por supuesto, poco celo profesional, autorizó la escritura.
¿Qué prefieres tener razón o ganar dinero? El que haya leído este post sabrá mi respuesta, la cual, he de reconocer, deja un sabor agridulce. Recuerdo cuando un querido compañero se refería a este tipo de situaciones diciendo:
«Vas por la autopista a 120 km/h y ves como por la vía de servicio te pasa uno a 200 km/h, no lo entiendes, pero sigues tu camino, el golpe se lo da el que se lo busca».
con relación a este caso, yo tengo mi experiencia, un día pregunte al oficial de un notario, al que yo conocía que había pasado con una escritura en especial y la contestación fue esta (nosotros no firmamos esas cosas en esta notaria) luego he comprobado como en otra notaria se han realizado compraventas de terrenos con referencias catastrales falsas, yo particularmente estoy por tener razón, se duerme algo mas tranquilo
Yo también apuesto por tener razón. Y más de un cliente he perdido por eso! Que le vamos a hacer. Un cordial saludo
Qué alegría verte por aquí, Joaquín,
Es lo que hay… pero no debería ser así.
Un fuerte abrazo
Estimado Antonio. Esa actitud te honra, en mi campo ocurre lo mismo ante defensa de posturas imposibles.
Recuerda la resiente sentencia de un Notario de Barcelona, un millón de euros tiene que pagar, si no recuerdo mal.
Un saludo.
Más que tener razón, es hacerlo bien, si muchas personas pensarán como tu, la justicia podría llamarse como tal, pero muchos creen que el dinero es más importante, y cuando las cosas se hacen mal, a la larga tienen consecuencias nefastas para los clientes.
Lo mejor es hacer lo que has hecho… y cuando alguien te dice, es que otro lo hace, pues como decía mi padre que en paz descanse, Felicidades Gladys, pues nada.. adiós..
Un abrazo de miércoles, para mi Notario español favorito ja ja
Veo que voy a ser la voz disidente.
Como tantas veces ocurre en la aplicación del Derecho, podemos llegar a mismos resultados con distintos planteamientos.
Desde luego, nada que objetar en cuanto al fondo, aunque luego hablaré de él, pero sí difiero en el planteamiento. Obviamente soy de los que se esfuerzan en ganar dinero en lugar de tener razón. Y digo me esfuerzo… porque mi tendencia es tener razón y defenderla a ultranza. Pero los años y la experiencia me enseñan y me atemperan.
Considero que la pregunta ¿ganar dinero o tener razón? no es aplicable al caso evaluado. Para mí su enseñanza se aplica a aquellas veces que un cliente exhibe su ignorancia -ya sabemos que la ignorancia es muy atrevida- dando a entender que sabe más que tú o se empecina en que quieres que hagas las cosas de modo determinado -nada ilegal- simplemente que como paga quiere que se hagan las cosas como él quiere y no como tu las planteas, pero siempre dentro de que este planteamiento ni sea ilegal ni le pueda perjudicar. Entonces en esos momentos son cuando nos tocan el amor propio… y a veces -doy fe (sin ser Notario 😉 ) que me ha pasado- te agarras a los brazos de tu asiento y piensas: contente…contente… ¿Quieres tener razón o ganar dinero?. Y mi respuesta es sin duda: ganar dinero!! Porque sólo cuatro privilegiados en el mundo está por encima de esas situaciones. Sólo cuatro pueden tener soberbia y dinero. Los demás tenemos que elegir….
En el asunto planteado no es un tema de razón o dinero, bajo mi apreciación. Es como si a mí me ofrecen hacer blanqueo de capitales a través de mi firma de abogados. Aquí el tema es: ¿quieres ganar tu dinero eticamente o mientras sean de curso legal los billetes todo vale? Para mí, no todo vale. Yo no acepto llevar una demanda a sabiendas de que voy a perder la misma. Sí, es un dinero a corto plazo obviamente pero en largo plazo el saldo es negativo porque está en valor mi imagen, ¿Y alguien piensa aún que la imagen no es dinero? Por supuesto!! la mala imagen sale muy cara!!.
En el asunto expuesto, puede que el Notario se embolse un dinero al corto plazo, pero como este mundo es tan pequeño, si alguna vez lee este artículo quizá decida aprovechar la coyuntura , dejar de pagar la hipoteca, y demandar al Notario.
Les deseo una buena tarde y que no nos separemos de la senda de la honestidad.
Rodrigo González
Sentido Cómun Abogados & Mediadores.
Estimado Rodrigo:
No creo que sea un punto de vista disidente; antes al contrario, me parece muy acertado el enfoque. Estamos para trabajar y trabajamos para vivir, cada cual lo mejor que puede con arreglo a sus circunstancias y opción vital.
El título del post y la anécdota que se relata como introducción es comparable a cuando te agarras al asiento, según relatas. Fuera de eso, poco más he de añadir. La actuación del notario, a mi juicio, no fue correcta. En Derecho, sabes mejor que yo, hay cosas opinables; sin embargo, otras no valen porque no son legales. La ignorancia es muy atrevida, equivocarnos nos equivocamos todos, sin embargo, en ocasiones hay quien es algo temerario. El tiempo pone a cada uno en su sitio.
Muchas gracias por tu participación.
Saludos y feliz día!!