Crónica de siete años de crisis: La hipoteca al peso

hipoteca al peso   Los notarios tenemos el privilegio de vivir, casi en primera persona, como se gestan las líneas maestras de nuestro sistema financiero.

   La hipoteca, tan temida ahora, en su día, fue uno de los motores de impulso de nuestra economía. No me estoy refiriendo a la época previa a la crisis. Mucho antes, la aparición de la legislación hipotecaria, del Registro de la Propiedad, dinamizó la concesión de lo que se llamaba crédito territorial.

   A la financiación se accede en la actualidad, en la mayoría de los casos, pasando por la Notaría. Obtenida ésta, se acude al despacho notarial a formalizar el préstamo, sea personal o hipotecario; al igual que para cualquier otro contrato de obtención de crédito. Ello permite al Notario convertirse en espectador privilegiado de la evolución de los contratos bancarios.

   Las cosas han cambiado vertiginosamente en los últimos siete años que, para mi, son los que lleva arraigada la crisis en la sociedad, aunque el inicio haya sido anterior. En estos hemos vivido, por este orden:

  1. Una primera fase de refinanciaciones masivas para aplazar el primer mazazo que la crisis asestó a las familias españolas.
  2. Unas refinanciaciones de segunda generación, cuando las anteriores se vieron insuficientes, la ingeniería financiera procuró buscar caminos más complejos e imaginativos.
  3. Un periodo de daciones en pago, como fin al problema de muchas familias, las cuales, por desgracia, experimentaban un golpe de timón en sus vidas.
  4. El efecto dominó bancario, como consecuencia de la mala política económica y financiera anterior, nuestro sistema financiero se ha desmoronado como un castillo de naipes. En esta fase se han producido todas las fusiones, rescates y restructuraciones bancarias.
  5. Integradas las nuevas entidades, éstas han tratado de crear nuevos sistemas más eficientes, ajustando sus minutas a los nuevos tiempos, trataban de buscar lo mejor de cada casa, lo que incrementó la complejidad de las escrituras de préstamo hipotecario.
  6. Un periodo de ventas de activos adjudicados. Refinanciadas las deudas, admitidas las daciones en pago, había que recolocar los activos adjudicados. Se financian sólo las ventas que haga el banco, una vez más, las minutas de las hipotecas, no son estandarizadas y son totalmente diferentes a las anteriores.
  7. Como siguen existiendo personas que, en los últimos coletazos de la crisis, siguen padeciendo sus efectos, con la Ley 1/2013 de protección de los deudores hipotecarios se introducen nuevas normas de protección; una vez más, se produce un cambio en la redacción de las escrituras de hipoteca.
  8. Actualmente, con el fin de la crisis que se vislumbra, lo que se aprecia es la necesidad de las entidades de crédito de fidelizar al cliente, por lo que se establecen complejos sistemas de vinculaciones y mejoras de tipo de interés a partir de éstas.

   Como se ve, han sido muchos escenarios distintos, sin embargo, todos, absolutamente todos, lo que han tenido en común es un incremento creciente de la complejidad de las minutas bancarias, cada vez son más los documentos que se incorporan, cada vez mayor la extensión de las mismas.

   ¿Dónde está aquello de lo bueno si breve dos veces bueno? A lo mejor debería empezar a racionalizarse de una forma real la redacción de los contratos bancarios donde la letra pequeña se ha sustituido por la letra infinita. Al final, parece que la hipoteca también se venda al peso.

Antonio Ripoll Soler

Notario de Alicante

www.notariaripoll.com

4 Comentarios »

  1. Todo muy racional, pero la clausula suelo sigue sin resolverse por Decreto Ley , como otras tantas cosas,…., la bamca , y la iglesia son intocables ,esta claro en esta españa tan breve pero profunda¡¡¡¡

    • Hola Ferran !
      Gracias por tu comentario.
      La cláusula suelo ha sido y es uno de los grandes lugares comunes de la época, a lo mejor debía haberla mencionado en el post.
      De cara a las nuevas contrataciones observo que pocas veces se mantiene ya. Respecto de las anteriores a la Ley 1/2013 es un problema sin resolver, ya he apuntado en este Blog que la clave para erradicarla, a mi juicio, se encuentra en la falta de previsibilidad de la crisis económica y bajada de tipos muy por debajo de los suelos durante varios años.
      Saludos

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