Los oscuros aranceles notariales

Aranceles notariales enredados   ¿Cómo se calculan los aranceles notariales? Es algo que muchos se preguntan. Empezando por el final, en los tiempos que corren, resulta bochornoso que no se pueda saber el precio de una escritura hasta que ésta se ha firmado. Esto no es culpa del notario. A los aranceles notariales les falta claridad.

   Ahora, volvamos al principio de la historia. Hoy he ido a comer a la barra de un conocida cervecería de la Playa de San Juan, en Alicante. Queríamos picar algo. Hemos pedido, entre otras cosas un plato de jamón y queso (media ración y media ración). Nos han servido un plato con el queso y algo de jamón repelado del hueso que, tras servirnos, el cocinero ha considerado que, la pieza, ya estaba para desechar. En fin, unas veces lo empiezas y otras lo acabas. Cuando el camarero, ha sacado la cuenta, en el ticket ponía: «jamón ibérico 19.50». A mi que me gustan las cosas claras, se me ha ocurrido señalarle: «Era media ración de queso y media de jamón…». El chico me ha comentado que era correcto, que ponían ese concepto que era equivalente. Yo he asentido y pagado sin más. La realidad es que la ración de jamón costaba 19.50, la de queso 8. Las cuentas no me han cuadrado. Me parece que la explicación no ha sido clara. Me ha dado la impresión de que se me cobraba de más.  Eso unido a la desgana con que se me ha atendido, a la falta de renovación gastronómica y a que los precios se han quedado fuera del mercado, me ha llevado a decidir no volver más.

   En el relato anterior, la falta de transparencia ha hecho quebrar mi confianza y ha traido consigo la pérdida de un cliente para el establecimiento.

   Con los aranceles notariales pasa algo parecido. Lo que, inicialmente, dentro de la complejidad, era predecible, en la actualidad no lo es. Para entenderlo debemos tener en cuenta:

  • Los aranceles notariales datan del año 1989. Desde entonces no han subido nunca, ni siquiera para adaptarlos al IPC. Yo siempre pongo el ejemplo de que en 1989, con las 6.000 pesetas que costaba un testamento cenabas muy bien en un conocido restaurante alicantino y hoy, los 36 euros, no dan en ese sitio ni para empezar.
  • Como contrapartida, periódicamente se establecen reducciones sectoriales. En función del tipo de operación se fijan bonificaciones. Algún compañero alguna vez ha contado las que existen. Yo no tengo ni idea. Las aplico cuando tocan y punto, no sin antes un esfuerzo de estudio. Muchas se aplican simultáneamente con otras. A los políticos les viene muy bien salir con un titular de «hemos abaratado los aranceles notariales».
  • Actualmente, las nuevas tecnologías; los avances en seguridad y, en general, una sociedad más informada demanda nuevos servicios simultáneos a la firma. Generan un trabajo, generan una gestión, generan unos gastos. Son conceptos que no están regulados dentro del arancel. Con ellos se produce una primera diferencia, pues no todos los notarios cobramos lo mismo. De hecho, está prohibido ponerse de acuerdo para que el cobro sea igual, por la legislación de defensa de la competencia. Además, a lo anterior se une el hándicap de que no todos los notarios ven conveniente aderezar la escritura con las mismas garantías. En tales casos no es que se sea más barato, sino que como se ha prescindido de determinados elementos de seguridad para la transacción, la escritura sale más barata.
  • En función de la extensión de la escritura, de las copias que solicite el interesado, sus acompañantes y el que pasaba por ahí… el precio también varía. Lógicamente, a mayor trabajo, a mayor gasto, se encarece el producto.
  • Si se encarga la gestión a la Notaría, se genera un coste. Ni todos los Notarios gestionan, ni todos cobran lo mismo, pues eso también queda al margen del arancel. Con lo cual se produce un nuevo elemento de diferenciación.
  • Existe una última variable que escapa al control del notario. En el momento de la firma, por arte de magia, el precio de la compraventa y consiguientes bases fiscales y arancelarias, varían, no se sabe por qué y trastoca el presupuesto.

   Con todas esas variables, se entenderá fácilmente que es difícil dar un presupuesto. En ese momento, cuando se solicita el presupuesto, surge un segundo problema, tienes que ajustarlo a lo previsible para no ser el caro ni el barato; pues al final vas a cobrar lo que dice el arancel. Los notarios no hacemos descuento.

   ¿Por qué no se cambian los aranceles? Sobre eso habría mucho que decir. Se junta el hambre con las ganas de comer. Para mi, el sistema, sin duda, está mal planteado. Pero eso es para otro post. Entre tanto, puedo decir, sin equivocarme que los aranceles notariales no son claros y la falta de claridad genera desconfianza, aunque las cosas se hagan bien y aunque el Notario cobre lo que toca.

Antonio Ripoll Soler

Notario de Alicante

www.notariaripoll.com

1 comentario »

  1. Sorprende ver una factura de otra Notaria, por ejemplo, de una escritura de compraventa y ver una diferencia sustancial con lo que a ti te saldria al minutar la misma operacion. La explicacion esta al observar detalladamente la copia autorizada. Se incorpora testimonio del Titulo, testimonio de poder que utiliza un compareciente, testimonio de los dni ¿? Y asi sucesivamente….

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