Pierdo a mi esposo y me deja su hipoteca
Marta y Jaime compraron un piso hace unos años. Como la mayoría de los españoles pidió ayuda al Banco para adquirir la vivienda. Firmaron un préstamo hipotecario. En su día les ofrecieron la posibilidad de contratar un seguro de vida para amortizar el préstamo en caso de fallecimiento de Jaime, que era quien trabajaba. Sin embargo, como Jaime era algo mayor que Marta, prefirieron asegurar la vida de Marta, pues la prima era bastante más barata. Así las cosas, al principio de este año, todavía faltaban doce años para finalizar el pago de la hipoteca. Hace un par de meses Jaime falleció, Marta no tiene trabajo, como no hicieron el seguro la hipoteca sigue llamando a la puerta de la familia todos los días cinco de cada mes. Marta se pregunta ¿debo yo pagar la hipoteca?
La firma de una operación hipotecaria conlleva una responsabilidad muy importante. Aunque las personas, normalmente no acaban de entender la diferencia, no siempre se asume el mismo rol.
Toda operación de financiación con garantía hipotecaria tiene un deudor, pero no todo el que firma es necesariamente deudor. El deudor es quien, se supone, necesita el dinero y quien, por consiguiente, debe devolverlo. A veces, el deudor concurre con otro deudor. Ambos son deudores solidarios. Las relaciones entre ellos son ajenas al Banco, ambos deben devolver el préstamo, frente al Banco los dos responden de la totalidad y luego entre ellos que hagan cuentas.
Otras veces sólo se pone sobre la mesa la garantía, la hipoteca, sólo se responde del pago de la deuda contraida por el deudor con la propiedad hipotecada. Es lo que se llama hipotecante no deudor o fiador real. La transmisión de la propiedad hace ajeno al hipotecante no deudor a la relación de préstamo; lógicamente, nadie comprará igual una vivienda hipotecada que sin hipotecar.
Por último, puede que se sea fiador o avalista. Se responde como si se fuera deudor, con matices, pero no se recibe el dinero. Pagando el fiador el deudor queda liberado frente al Banco, pero obligado frente al fiador que pagó por él.
Aunque ya hemos explicado en otra ocasión que las deudas se heredan, la posición de Marta no es consecuencia de la herencia de Jaime, ni del matrimonio, sino de su posición de codeudora solidaria. Marta sigue obligada frente al Banco por la totalidad. Los herederos de Jaime, si aceptan la herencia, se colocarán en la posición del fallecido para pagar, responderán todos junto con Marta, sin límite, sin perjuicio de lo que entre ellos suceda, que es, como quedó dicho, ajeno al Banco. El seguro que contrataron, aunque hubiese aliviado a Jaime si hubiese sido Marta la que falleció, realmente no cumple la finalidad para la que está previsto. Se trata de evitar el quebranto de los que se quedan cuando el que se va era el que traía el pan a casa. Como Marta no trabajaba ahora se encuentra con el problema de pagar el préstamo hipotecario y sin trabajo.
Marta y Jaime no debieron quedarse callados cuando el Notario les preguntó ¿tienen ustedes alguna duda sobre lo que les he explicado?
Hola buenos días, Me llamo Pilar y mi consulta es la siguiente: Mi marido falleció hace un mes. Tenemos dos hipotecas y un seguro de vida que me hicieron a mi, pero que no cubre ni la cuarta parte de la deuda… las dos casas estan a mi nombre y las hipotecas somos responsables los dos al 50%. Teníamos separación de bienes y en su testamento soy solamente usufructuaria de sus bienes.
Mi pregunta es si tengo que pagar la mitad de cada una de las hipotecas y el 50% de mi marido los herederos directos, o por el contrario y a pesar de no ser heredera, debo pagar el 100% del importe total?.
Estimada Pilar:
Tu caso merece ser analizado teniendo en cuenta las circunstancias del mismo.
Los herederos se colocan en el lugar del fallecido para pagar, siempre que acepten la herencia. Si bien, no dejes de valorar la causa por la que tu marido aparecía como deudor ¿fue para comprar tus casas? Puede que frente al Banco sean responsables junto a ti los herederos -si bien el Banco pide donde puede cobrar-; pero, internamente, tal vez, tu debas a ellos.
Si estás en una situación complicada y no sois todos familia (tus hijos), acude a un profesional con todos los datos.
Saludos,
Antonio