¿Crisis económica o CRISIS DE VALORES?
Esta mañana, cuando me he puesto a bucear por la prensa, lo que primero ha captado mi atención ha sido una noticia que relataba un robo de plantas colocadas para adornar la vía pública a escasas horas de su plantación. Después, me he fijado en otra que relataba los enganches ilegales que se producen en la red de agua. Ayer un funcionario de FEVE me relataba cómo la gente robaba el tendido de la línea 2 del TRAM en Alicante para vender luego el cobre como chatarra; no sin antes relatarme como los usuarios del tranvía hacían uso del mismo sin comparar el billete….
Ciertamente, esta no es la sociedad para la que me educaron. Sin embargo, con la excusa de la crisis económica parece que todo vale. Hay personas que no pueden pagar. Sí. Pero también hay otras muchas que pudiendo no lo hacen porque se arrogan unas licencias basadas en la situación ajena.
Es difícil convencer a la ciudadanía de la necesariedad de conservar el mobiliario urbano, cumplir las leyes, respetar y ayudar a los conciudadanos, cuando la imagen que, por desgracia, cada vez más se impone en los medios es la de una clase política totalmente desacreditada, distanciada de la sociedad y que sólo mira en su propio lucro, aun a costa de sacrificar a sus compañeros de viaje y anteponer sus intereses a cualquier tipo de juicio moral.
Hace falta reeducar a la sociedad; será difícil en el escenario relatado. Sin embargo la recuperación absoluta de España requiere la adopción de unos valores éticos sólidos, no contaminados; que vayan más allá de la concreta necesidad de aliviar el drama económico.
Por todo ello, creo que no me equivoco si digo que la crisis de España más que económica es cultural y de valores. Probablemente, ésta última trajo aquella. ¿Cómo lo veis?
Con posterioridad a este post, en otras ocasiones, he tratado el tema de los valores en este blog. Así, por ejemplo, en Plagio de tesis doctoral: ¿A quién se defrauda? , en La Romería de los Ladrones , ya en 2017, en Honeste vivere.
El problema es que, poco a poco, vamos viendo como normales, cosas que no lo son o que, estando prohibidas y lesionando intereses ajenos, se consienten por pereza, desidia o por eludir problemas, cargándose las tintas contra el que muestra desacuerdo o rechazo a tales actitudes. Y es que… ya lo decía el castizo:
«Aquellos polvos, estos lodos»
(*) Este post ha sido actualizado el 29 de noviembre de 2017.
Estas cosas que comentas siempre han sucedido, lo que pasa es que ahora llaman más la atención. La «clase política desacreditada» refleja maneras de hacer que pueden extenderse a toda la sociedad. Eso sí, cada uno a sus respectivos niveles: desde el que no paga el billete de metro, el abogado que pregunta con IVA o sin IVA hasta el alcalde que se lucra recalificando terrenos a amigos o el empresario que ofrece dádivas para conseguir un trato de favor.
La abundancia hace que muchas cosas pasen desapercibidas.
Hola, Madeira, gracias por participar.
No pasaban desapercibidas, creo; lo que sucede es que la situación actual es una espiral de abuso,
Recuerdo ya hace años, cuando en Alicante, en Navidad robaban las ponsetias que plantaban (flores de Navidad).
Creo que habría que purgar un poco la sociedad,
Saludos
Reblogueó esto en Europäische Gerichtshof … call me CJUEy comentado:
Adelantándose en más de un año a la situación actual, el Sr. Notario, ya indicaba, con sabio criterio, totalmente compartido: » Hace falta reeducar a la sociedad; será difícil en el escenario relatado. Sin embargo la recuperación absoluta de España requiere la adopción de unos valores éticos sólidos, no contaminados; que vayan más allá de la concreta necesidad de aliviar el drama económico» (a lo económico hay que añadir ahora, necesariamente, lo político.