Tenemos derecho a que se legisle bien
¿Quién hace las leyes? Formalmente, las Cortes Generales -el Congreso de los Diputados y el Senado-. Pero, realmente… ¿Quién es el autor material de las mismas? ¿Por qué se legisla sobre determinadas materias y otras quedan en el olvido? ¿El que las redacta se las lee? ¿Se plantea los efectos prácticos de su aplicación? ¿Las contradicciones irresolubles?
«Tenemos derecho a que se legisle bien»
La frase no es mía, la escuché al Profesor Dr. Don Juan José Alvarez con ocasión del interesante coloquio que se propició tras el análisis de algunos preceptos vinculados con el RES 650/2012, en la Reunión Científica de Millennium, que con demostrada ilusión y buen hacer promueve la Profesora Dr. Diago, a la cual tuve el honor y placer de asistir a principios de noviembre, en Zaragoza, y a la que ya me he referido varias veces en este Blog.
Cierto, tenemos derecho a que se legisle bien… Esta mañana publicaba este tuit en mi cuenta @NotariaRipoll :
«Es triste ver que cuanto más estudio, más consciente soy de la desidia legislativa de quienes nos gobiernan sin importar el color»
Las reflexiones anteriores me vienen a la mente desde dos puntos de vista. Ambos, arraigados, como no puede ser otra, en la perspectiva de un Notario que trata con personas, ligados a la realidad de las gentes que pueblan España.
Sí, por un lado, nos encontramos con una pluralidad legislativa, son muchas las Comunidades Autónomas que tienen Derecho civil propio; también otras muchas en las que, sin tenerse competencias, se coquetea por sus Parlamentos con la producción de normas ligadas a la conciencia social. Por otro lado, existen ciudadanos, mayoritariamente europeos pero no solo europeos, que nos visitan, se sienten cómodos en España y se quedan a vivir entre nosotros, con mayor o menor grado de integración social.
Esta realidad, sin embargo, es obviada por nuestro Legislador. ¿Cuánto tiempo, recursos y esfuerzos se malgastó en polemizar sobre el aborto? ¿Cuánto tiempo se lleva hablando de si los Notarios pueden o no casar? ¿Cuántas veces se ha parcheado la Ley Concursal? Al final, todo parece reducirse a un #quitatetuquemepongoyo.
Frente a todo ese tiempo, esfuerzo y, no lo olvidemos, dinero gastado; a la vez que mal clima social generado; permanecen en el limbo las voluntades necesarias adecuadas para modernizar nuestro sistema jurídico.
En efecto, desde un punto de vista interno, falta una adecuada actualización del régimen de las legítimas del Código civil, actualización del sistema de mejoras, racionalización de normas de protección de consumidores que, en el marco del Derecho de la Unión Europa, nos brinden instrumentos eficaces de protección.
Falta, también, desde un punto de vista externo, la modernización de nuestro sistema de Derecho Internacional Privado; aquel conjunto de normas que en el museo codificador del la reforma del Título Preliminar del Código civil -¡aplicable en toda España!-, de hace más de cuarenta años trata de dirimir y brindar soluciones a aquellos supuestos en que distintos sistemas normativos entran en conflicto. Conflictos que pueden darse entre legislaciones de distintos Estados o, en nuestro caso, también, entre legislaciones de distintas autonomías.
Indudablemente, la realidad de España es bien distinta a la de hace 40 años. El proceso de integración europeo, nuevas realidades sociales, nuevas formas de organizar la familia basadas en la unión de hecho y, en todo caso el ilusionante empuje de la libre circulación de personas, que ha desplazado a los de libre circulación de mercancías y capitales, obligan a replantearse, sin duda ninguna, lo que la sociedad realmente necesita más allá de los intereses partidistas de los que cada cuatro años se disputan el poder o embisten contra los que lo tienen. Parece que en España se no-legisla en sentido opuesto a lo que Europa demanda.
En su cuenta de twitter, el Profesor Dr. D. Federico Garau (@conflictuslegum ) , en lapidaria síntesis dice:
«El Derecho Internacional Privado no son solo cuatro artículos del Código civil»
Todo esto no da titulares, sin embargo, es lo que realmente necesita nuestra sociedad y lo que nos pondría al frente de la locomotora de los tiempos actuales. Las medidas económicas, sin un marco jurídico adecuado, se diluyen. En España debemos vender seguridad jurídica y dotarnos de unos instrumentos de calidad.
Políticamente, por otro lado, entendiendo la política como ciencia de organización social y no solo como el bochornoso juego de tronos al que los ciudadanos asistimos aterrorizados a diario, un cambio de punto de vista, un guiño a los vientos que vienen de Europa sería una buena cosa. Antes que estar discutiendo quién entra o quién sale de España, bueno sería construir nuestra sociedad sobre la base de la confianza recíproca entre todas las Autonomías. Es algo que los que construyen Europa tienen bien claro. La integración Europea está basada en confianza en el buen hacer de los distintos Estados, lo cual va generando un poso de integración.
Así las cosas, tenemos derecho a que se legisle bien, lo tengo claro, pero… ¿dónde está el libro de reclamaciones?
¿ dónde está el libro de reclamaciones…? jejeje, muy bueno, creo que yo sé dónde está, el problema es el de siempre – para que vamos a reclamar – ¡¡¡ si no nos hacen caso !!!
Quitando las grandes diferencias de este país que es España, – y hay muchas- en estos últimos años de crisis se han acentuado de una manera crítica.
¿Pero que pasa? ¿hace 10 años no existían esos problemas?- la CORRUPCIÓN- por ejemplo, obviamente – SI – pero como » ESPAÑA VA BIEN «, había trabajo para todos, el dinero salia por doquier, pues entonces !AQUÍ NO PASA NADA.¡..
Ahora que tenemos la realidad encima, nos damos cuenta de que nuestro problema es la base legislativa, empezando por una constitución anacrónica y tirando para arriba, como bien comentas, unas buenas leyes, y por ende unos buenos legisladores.
Toda esta revolución sin parangón en España, Podemos, la corrupción, el separatismo, tienen una raíz demasiada profunda, me avergüenzo muchas veces, y no paro de mirar hacia los países nórdicos…
Tenemos un problema de educación, y un problema legislativo,,, – ¿ se puede cambiar?, ¿ la gente quiere?
Todo tiene un coste, y el coste es muy elevado, demasiado, no veo a este país preparado en su conjunto para llevar a cabo un cambio de raiz ….
Muchas veces miro al sistema legislativo suizo, a la madurez social de Noruega, a la racionalidad Islandesa y al sistema social de Dinamarca, luego miro a mi alrededor y me deprimo.
Si, si, si , quiero que me legislen bién. – si quiero-
¿ pero ellos quieren?, ¿ nos dejarán?
Particularmente necesaria la reforma del sistema legítima río del CodigoCivil,en favor de una absoluta libertad de testar ,sin perjuicio del derecho de alimentos en favor de los hijos necesitados y sin parches como los del art,inculto 831 con los problema s interpretativos que plantea.Hoy todo el mundo tiene un piso,el patrimonio ha pasado,de ser heredado,a ser adquirido con el trabajo y esfuerzo personal,el patrimonio ha pasado de ser rústico a se urbano y mobiliario,los diferentes tipos de familia existente,como consecuencia de la expansión de la separación personal y del divorcio…,todo ello debe conducir,a la mayor brevedad,a un sistema legitimaría similar al Navarro oal de Ayala o,cuando menos,a un sistema de legítima global,similar al aragonés o al de Vizcaya.
Buen post don Antonio….
Ya sabe mi opinión. ..dejen a la ley hipotecaria como está por favor…no saben y quienes saben no les dejan. Un saludo
https://elblogdeostinus77.wordpress.com