IX Certamen Millennium: Más y mejor.
¿El final de la pandemia? Creo que los dos últimos años nos han enseñado a asumir que todo es relativo. En cualquier caso, este mes de mayo, una vez más, he vuelto a Zaragoza. ¿El motivo? Participar en la VI Reunión científica y en el IX Certamen que organiza la Profesora Doctora Pilar Diago Diago, bajo el paraguas de la Asociación Universitaria Millennium DIPr.
Este año la invitación fue doble, asistí como ponente, y presenté algunas de las conclusiones de mis estudios sobre el Certificado Sucesorio Europeo, en este caso, en lo relativo a la competencia de expedición, mi intervención llevaba por título: “El diseño español de la competencia de expedición del certificado sucesorio europeo”.
Tuve el honor de compartir la mesa con el Profesor Dr. D. Federico Garau Sobrino, que intervenía presidiendo la mesa, y con el Profesor Dr. D. Guillermo Palao Moreno, que también presentó un interesante tema. Los dos, además de reputados juristas, grandes amigos de quienes siempre tengo la oportunidad de aprender.
También asistí como miembro del Tribunal en el Certamen de estudiantes; un honor que se me ha regalado en no pocas ocasiones.
Millennium es un cruce de caminos, un punto de encuentro de académicos, profesionales y estudiantes en los que, creo, todos aprendemos.
Después de varias ediciones, las actividades que nos reúnen, con alegría, en mayo, en Zaragoza, están plenamente consolidadas y, creo que no me equivoco, si afirmo que ilusión, conocimientos y rigor se funden en un crisol que destila magia cada mes de mayo. La magia de las ganas de aprender y la vocación de transmitir.
La edición de este año ha sido diferente, un poco más concentrada y limitado su formato, por motivo de los protocolos de salud. Sin embargo, para mi, ha sido la mejor. Los alumnos, cada vez parecen tener más nivel. En esta ocasión, en sus exposiciones han cruzado los posters que habían preparado con la presentación de sus comunicaciones, con soltura, desparpajo y capacidad de improvisación. Muchos profesionales ejercientes querrían estar a la altura de esta sangre nueva que empuja con brío e ilusión y nos anima, a los que ya estamos en el circuito, a sacar lo mejor de nosotros mismos.
La Reunión y el Certamen, además, han sido una magnífica ocasión para coincidir con grandes juristas y amigos, como el Profesor Dr. D. Andrés Rodríguez Benot o la Profesora Dra. Doña Elena Zabalo Escudero.
No me gustaría dejar de referirme a los cachorros Millennium, dicho sea en tono cariñoso y de admiración, la Profesora Dra. Mari Carmen Cheliz y el resto del equipo, al que la Profesora Diago, una vez más, dirige eficazmente y transmite su buen hacer y maneras que convierten los eventos que nos llevan a Zaragoza como una cita ineludible en el calendario jurídico del año.
Como notario pienso que es imprescindible seguir estudiando. Los notarios tenemos un crédito reputacional que se basa en el trabajo y estudio de los que nos han precedido. Está bien leer blogs y picotear aquí y allá para mantenerse actualizado. Sin embargo, sólo en la Academia, en la Universidad, se obtienen los mimbres que nos han hecho grandes. Millennium es un ejemplo de transferencia de conocimientos y de la función social que cumple la Universidad.
El año que viene deberá ser la Millennium X, no me cabe la menor duda de que, una vez más, será más y mejor, con el trabajo de su coordinadora, que seguro que ya está discurriendo para, una vez más, sorprender con su entusiasmo y exquisitas maneras jurídicas.
La vida es relativa, hoy en Zaragoza, mañana en Málaga… escribo estas líneas de camino al Congreso notarial de Málaga, donde presentaré el tema del Estatuto Jurídico del Notario, junto a otros dos magníficos compañeros… pero esa es otra historia que aún está por vivir.
Ciertamente, me siento afortunado.
Antonio Ripoll Soler
Notario de Alicante