Como hemos cambiado
¿Será porque es viernes? ¿Porque estamos en agosto? ¿Nostalgia de aquellos años en Santa Pola? ¿Pedal, El Cano, Quick, Tico y Taco? ¿La Quimera? Y, siempre, siempre, el Toldet, con su barra de pan, de las de entonces, caliente, tras la cancela, con un generoso chorro de aceite… el caso es que hoy me pregunto sobre… ¿Cómo hemos cambiado?
Lo que ahora escribo me lo ha inspirado un post que he leído esta mañana. El encargado de un restaurante en New York se preguntaba por qué ahora, el local, recibía más críticas negativas. Trataba de encontrar la causa por la que, pese a mantener clientela, la gente no parecía estar tan contenta como hace no tanto tiempo.
El encargado del restaurante había visualizado las cintas de video vigilancia de hace diez años y, al mismo tiempo, había visto los vídeos correspondientes a los últimos días. Básicamente, en su caso, el uso del móvil, redes sociales, selfies, demandas a los camareros para que tomasen una foto a los clientes; el correspondiente retraso al ordenar la comanda por consultar el móvil, quejas porque la wifi del restaurante no enlazaba… habían contribuido a que el servicio se ralentizase y que se hubiese hecho evidente la falta de personal. El equipo de trabajo era el mismo, sin embargo, los tiempos en el local se habían eternizado.
Así, a vuela pluma, reflexiono sobre las causas por las que, pese a que sean muchos menos los documentos que firmo, de un tiempo a esta parte, cada vez lleguemos más tarde a casa.
Hace diez años yo estaba en Moixent, lógicamente, la comparación no es objetiva al cien por cien, distinta población, 7000 habitantes, frente a los 400.000 de Alicante. Sin embargo, no autorizo muchas más escrituras que entonces. En el fondo, el trabajo, es el mismo. Esto es lo que se me ocurre:
Cambio en la operativa bancaria. En aquellos años, los directores de la sucursal acudían a las firmas. Tenían poder de decisión. Se interesaban por la concreta situación de sus clientes y sabían lo que habían hablado con ellos. Actualmente, en cambio, los Bancos, trabajando con un outsorcing, han delegado en gestorías hipotecarias. Probablemente, al Banco le interese más esta forma de trabajar. En lugar de ajustarse a lo hablado en la sucursal, los gestores hipotecarios estandarizan la práctica bancaria a fin de evitar problemas 1) Antes concurrían solo apoderado y cliente, ahora interviene una tercera persona, el gestor hipotecario. 2) Actualmente, carecen de margen de decisión, muchas firmas se apalancan en la Notaría esperando una llamada de teléfono. 3) Si se retoca una minuta ininteligible, es posible que luego haya que subsanarla.
Exceso de información no profesional. Antes, las personas confiaban totalmente en tu asesoramiento, la segunda opinión era residual. Actualmente, la gente ha leído tal o cual cosa en internet. En ocasiones pretenden enseñarte a ti como hacer tu trabajo.
Excesivo mercadeo de precios. Tanto entonces como ahora, los aranceles son los mismos. El sistema no ha cambiado desde 1989, solamente se han ido introduciendo rebajas. Sin embargo, entonces la gente confiaba en ti. Actualmente, el interesado llama a todas las notarías de Alicante antes de acudir a la tuya. Las personas no son conscientes de que los presupuestos son teóricos y sin el asunto totalmente sobre la mesa no es posible dar un presupuesto exacto. Sin embargo, ello implica tener a una persona trabajando exclusivamente para informar presupuestos que no siempre desembocan en la firma de una escritura.
Incremento de litigiosidad. Entonces, las personas tenían sus problemas, sin embargo, en general las cosas iban para arriba. Todo mejoraba. Todos ganaban dinero. Actualmente, como consecuencia de la crisis, la situación de las personas ha empeorado, acuden a la notaría no solo para resolver su tema concreto sino para preguntar gratis todo lo que afecta, no solo, a sus vidas sino también a la del vecino.
Aumento del intrusismo profesional. A diferencia de lo que sucedía hace unos años, como consecuencia de la crisis, cada cual ha tenido que recolocarse para comer. Sucede que cada vez más acuden personas pidiéndote explicaciones sobre algo que nada tiene que ver con tu actuación. El intermediario que pasaba por ahí, de forma más o menos profesional, no ha acabado su trabajo. No porque no sea un profesional competente, sencillamente porque no puede ejercer la profesión que ha vendido al cliente. Falsos APIs, administradores de fincas, financiadores, gestores, asesores no titulados… pasan por la Notaría vendiendo cortinas de humo.
Desprecio por lo que se hace en la Notaría. Hace un tiempo las personas eran conscientes de la seriedad de lo que iban a realizar en una Notaría. Actualmente, muchas personas acuden a visitarnos en un hueco, con prisas, teniendo que volver al trabajo urgentemente. Eso hace que se haga esperar a otras personas con menos prisa o que no se expliquen las cosas como debieran, porque los interesados son los primeros que prescinden de tus consejos.
Implementación ineficiente de nuevas tecnologías. Actualmente, la Notaría se ha convertido en un bunker tecnológico. Sin embargo, ello implica una mayor carga administrativa para el equipo de la oficina. Se dilatan los tiempos de espera. Antes, comprobabas y firmabas. Ahora el Notario tiene que cargas los archivos, actualizar Java cuando falla algo; comprobar que han entrado las presentaciones telemáticas… todo ello incide.
Incremento de la complejidad de los asuntos. Actualmente, son muchos los flecos que lleva cada operación.
Esto es lo que se me ha ocurrido. Como usuario de notarías, pese a haber menos trabajo, cuáles son las causas, para ti, que hacen que el trabajo se descontrole.
Interesante reflexión. Todas las profesiones «clásicas» sufrimos intrusismo y clientes que quieren consultoría gratis. Por otra parte algunos procedimientos pensados en el siglo XIX deberían cambiarse. Por ejemplo en África no tienen sucursales bancarias ni smartphones y en cambio son líderes en uso de banca electrónica basada en móvil ( SMS con códigos )
Este artículo me trae a la memoria «Viejas tecnologías»
http://glissoire.wordpress.com/2013/05/12/viejas-tecnologias/