¿Por qué estoy en Twitter?

botones aceptar denegar   Esta mañana me llamaba un compañero, lo conocí antes en la vida real que en la virtual, por ello no hemos tenido que «desvitalizarnos». Simplemente hemos comprobado que las personas somos personas y que nos podemos manifestar de muchas maneras. Es algo así como cuando en el tema de la forma, en Derecho, Nuñez Lagos explicaba, gradualmente, las distintas consecuencias del contrato en función de como se hubiese documentado.

   En efecto, al final, somos personas, nos conocemos de distintas maneras, pero somos lo que somos. Sin embargo, el que desconecte lo virtual de lo real, en mi opinión se traiciona a sí mismo. De esto, mi querido @notariorosales tiene mucho que explicarnos, pues él, mejor que nadie, haciendo de la necesidad virtud, le ha dado la vuelta a esto de las redes sociales y ha sabido posicionarse, en cada ocasión, en el lugar en el que se debe estar.

   Coincide la llamada de mi compañero, con la que inicio este post. con el adiós de Juan Cruz a la red social que encabeza el mismo, Twitter. Cada cual tendrá sus motivos. Casualmente, cuando ayer escuché la noticia, me llamó la atención. Cada vez es más la gente que abandona Twitter. En la SER, por la tarde, hablaban de Twitter como ese bar de copas en el que te sientes cómodo, lo frecuentas, estás a gusto y…. de repente… empieza a llenarse de gente rara. No es una mala comparación. Si bien, es algo que debe entrecomillarse.

   Cuando un Notario llama a otro Notario, normalmente, sueles considerar que hay algún problema que requiere una respuesta rápida. Muchas veces nos pedimos auxilio… «Me ha entrado esto, no lo tengo claro, la escritura anterior la firmaste tú ¿había algo raro?» Otras veces, simplemente, te piden que señales el camino. Yo lo he hecho muchas veces, sueles llamar a tu preparador, o a ese compañero con el que tienes una sintonía especial -al que yo llamo lo conocí en un foro de http://www.notariosyregistradores.com, ese foro se cerró, pero la amistad perdura, nos hemos visto dos o tres veces, pero nos llamamos todas las semanas-. En otras ocasiones, han localizado en internet algo que tú has escrito y… te llaman como si fueras fuente de Derecho. Me llaman muchas veces personas preguntándome por artículos que ha escrito mi padre, que también es, fue, y será notario. En esos casos… «yo no he escrito eso, fue mi padre, si quieres lo hablamos, pero mi opinión no es más que la tuya, de hecho, nunca me he enfrentado a ese problema». Ahora lo tengo escribiendo sobre poderes alemanes, ¡a ver que se le ha ocurrido! Y es que, el que ama esta profesión nunca deja de ser notario.

   En esta ocasión, mi compañero, con el que en los últimos días hablé porque le solicitaba la copia de un testamento, me llamaba por algo nada jurídico pero sí muy notarial, pues en su llamada había vocación.

   «Antonio, te llamo por una cosa… sin importancia –me ha llamado la atención la forma de empezar, pues si me llamaba era que la cosa era importante para él-. Ya sabes que te sigo en Twitter y te sigo en tu blog… El caso, últimamente es que veo que hay muchas personas que, a base de hacer ruido, ponen en entredicho nuestra función y muchos compañeros les contestan y, al final, les dan más repercusión de la que realmente tienen. Tú que tienes influencia y estás en ese mundo, ¿no podrías decir que no diesen relevancia al que ni la tiene ni la merece?».

   La llamada ha sido muy halagadora, pues no pienso que yo fuera merecedor de ella, sin embargo, yo, en tono jocoso, le he dicho, pues no se que puedo hacer… igual escribo un post con lo que me dices. Y yo que siempre cumplo un pacto, cuando es entre caballeros…-como decía Sabina, en su canción-. me encuentro ahora escribiendo estas líneas que se por qué empecé pero no cómo acaban.

   Ciertamente, y a mi compañero se lo he dicho, hace tiempo que he relativizado esto de las redes sociales, somos lo que somos y, si somos fieles a nosotros mismos, no debería haber mucha diferencia en interactuar con alguien en Twitter o en la vida real.

   A mi Twitter me gusta, me es útil y me aporta. A través de esta red social he conocido a personas que se han convertido en mis referentes jurídicos, sí. Y, además, he tenido la suerte de poderles aportar. Reconozco que me apasiona el Derecho, si no no me levantaría un sábado pensando en la responsabilidad que tiene el notario por seguir la RDGRN y pedir determinado certificado de últimas voluntades y no otro cuando se mueve en el marco del R(UE) 650/2012.

   Además, he interactuado con compañeros como no hubiera imaginado nunca. El máximo exponente de ello es mi querido @notariorosales, al cual conocí en ese foro de http://www.notariosyregistradores.com y reencontré en Twitter, y al que le debo más de un favor de pronto pago. Lo he visto solo una vez, pero cuando hablamos por teléfono o a través de cualquier otra plataforma, es como si nos conociéramos desde siempre, al final, es cuestión de afinidad.

   También he conocido a otras muchas personas que me aportan y a las que aporto. Muchos abogados, pero no solo abogados, jueces, fiscales, registradores y… al final, personas.

   A mi esta red me sirve para estar al día, leo a diario el TL de Federico Garau (le quito el «Don» porque es amigo y compañero -formamos ambos parte del Consejo de Redacción de Bitácora Dipr, la rigurosa revista que coordina la entusiarta @p_millennium ¡Todo es internacional! ) al que también conocí en Twitter.

   Es cierto que existe algún indeseable que se dedica a hacer ruido. Algún rimbombante tuitero que bajo un manto de aparente buena educación «señor», «usted», «correcto», «incorrecto»… se cree estar en posesión de la verdad y se erige en moderador de debates entre notarios y registradores… El problema es que muchos notarios le entran al trapo y, al final, gana una relevancia que jamás hubiera soñado tener. También existen otros que se pasaron al lado oscuro, pues de hermanos de profesión se han convertido en alimañas que campan por esa red social  haciendo de palmeros del primero… Sin embargo, creo que, como todo en la vida, hay que tomar lo que interesa y prescindir de lo que sobra.

   A mi me sigue aportando Twitter,  las personas que he conocido y con las que me sigo relacionando gracias a esta red.

   ¿Solo Twitter? Por supuesto que no, a final, como dije antes, somos personas, semanalmente hablo con uno de los Registradores de Alicante, omito su nombre por respeto, un auténtico compañero, no lo he visto nunca físicamente -no estaba cuando fui a presentarme al incorporarme a mi plaza-, riguroso y cercano… al final, compañero de penas y fatigas.

   En fin, al final, somos personas que hablamos con personas y como nos comuniquemos es lo de menos. Las redes sociales pueden deshumanizar, pero también nos acercan. El uso que cada cual haga es lo que les dará o restará utilidad. Mi consejo, aparta lo que sobra y lo que las enrarezca, pues al final perdemos todos, no nos carguemos también esto.

   Lo que me gusta de mi Blog es que me permite decir lo que me apetezca, como nobleza obliga, aquí va mi #FF para los mencionados y para los que no lo han sido, son todos los que están pero no están todos los que son.

@rosalesnotario , por su congruencia

@josecarmelollb , por su constancia

@justitonotario , por su vocación

@conflictuslegum , por su dedicación y rigor

@p_millennium , por su magisterio

y… por supuesto, al compañero que me llamaba y al que dedico este post… que, al final, somos todos los que amamos esta profesión…

Antonio Ripoll Soler

Notario de Alicante

www.notariaripoll.com

 

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