¿Cómo que para qué…? Los notarios sirven para…

file3441297827352   El pasado 29 de septiembre El País semanal publicaba un artículo de Rosa Montero bajo el título de ¿Para que sirven los notarios? El titular puede parecer neutro; sin embargo, tras el mismo, se producía una valoración de la función notarial que la autora extendía, generalizaba, a todos los notarios.

   El artículo, con el pretexto de relatar la desgraciada historia de Juana Vacas, suponía una dura crítica a la profesión que ejerzo. Como noticia aportaba bien poco, con los mismos tintes, en mi humilde opinión, sensacionalistas, fue tratada anteriormente, durante el verano, en el mismo medio -lo que motivó otra entrada en este blog-. Tanto en aquella ocasión como en esta, se imputaban a todo el colectivo actitudes extrapoladas de un caso concreto. No me parece bien generalizar ni estigmatizar en una profesión u oficio -sea cual sea- basándose en el comportamiento aislado de alguno de sus miembros.

   Personalmente, desconozco cómo se produjo la autorización de la escritura de la Sra. Vacas. El asunto llegó al Juzgado y su Señoría dictó sentencia -tampoco sé la naturaleza de la causa-. Sí se que la noticia, más que centrarse en los hechos que sucedieron fue utilizada para cuestionar a todos los notarios. Eso me parece que no está tan bien. En todos los colectivos hay buenos y malos actores, el mercado -y los notarios estamos en el mercado- depura; el usuario elige entre unos u otros. En nuestro caso, además, existe responsabilidad civil, administrativa y penal.

   Pienso que pese a ser objeto de tópicos, chascarrillos y formar parte del anecdotario popular, la profesión del notario es muy desconocida por el público en general. De esto tenemos gran culpa los propios notarios. En los tiempos que corren es especialmente importante conectar con la sociedad y aunque las cosas puedan justificarse por sí solas, es conveniente tener en cuenta la imagen que damos, pues puede dar lugar a malentendidos y situaciones no deseadas. En este Blog, en cierto modo, trato de transmitir lo que realmente somos,  una imagen distinta de la que muchos suponen que es un Notario. Me parece importante dar a conocer mi profesión.

   Los notarios somos profesionales del Derecho y funcionarios públicos. Sí, somos funcionarios. Sucede que las Notarías, como el lector intuye no se financian de los Presupuestos Generales del Estado. Se nutren de los aranceles que pagan los usuarios de las mismas. Esos aranceles, se fijan por Ley, no son negociables. Ello no obstante, pese a estar fuera de los presupuestos generales, cuando se redujo el salario de los funcionarios, también a los notarios nos rebajaron el 5 % de los aranceles.

   Los aranceles están diseñados -con mayor o menor acierto- de forma que el documento «caro» financia al «barato». Hay servicios que tienen un precio mayor que el que debería corresponderles porque otros tienen un precio inferior al que deberían. Un testamento devenga poco más de 30 euros; suelen ser horas de asesoramiento y mucha responsabilidad. Igualmente, existen determinados documentos que se hacen de forma obligatoria para el notario y que no devengan ningún honorario -¿alguien trabaja gratis? Los notarios así lo hacemos en ocasiones, se supone, como quedó dicho que lo caro financia lo barato o lo inexistente; el problema es cuando, como pasa actualmente, sólo hay documentos de la parte baja-. A los notarios, como a todos, también nos afecta la crisis; es algo, que sin embargo, parece desconocer la sociedad en general.

   ¿Es obligatorio ir al Notario? Realmente, en general, no lo es. Sin embargo, tanto a la Administración como a las partes, consciente o inconscientemente, les interesa que intervengamos. ¿Por qué? El documento autorizado por un notario se ajusta a la Ley, tiene unos efectos previstos por el ordenamiento jurídico y, a la larga, evita problemas a todos los interesados. Por eso se dice que damos «seguridad jurídica preventiva». Nuestro sistema toma a los Notarios y Registradores como pieza angular. Al parecer es el más eficiente de los existentes. Hay otros muchos. Estamos ahí porque hemos sido y seguimos siendo útiles. El día que no lo seamos dejaremos de estar.

   El Notario, además de los fuertes efectos que despliega la escritura pública, debe informar a los que prestan su consentimiento ante él; debe cerciorarse de que han quedado enterados del mismo y de que lo que consienten coincide realmente con su voluntad. Sin embargo, ello no exonera, al menos así lo entiendo yo, al interesado de tener una actitud proactiva, estar pendiente en la firma, preguntar las dudas y de ir a la Notaría convencido de la seriedad del acto al que concurre. En el caso de un préstamo, nos estamos vinculando por muchísimos años con el Banco, no se puede ir a la Notaría como el que va a tomar un café y echar el rato o con prisas. Por desgracia, no siempre sucede.

   Sin perjuicio de lo anterior, que, en realidad es o debería ser nuestra principal función. Cada vez más tenemos más obligaciones de colaboración -gratuita- con las distintas Administraciones. Así, informamos quincenalmente de todos los actos de transcendencia fisca, lo cual lleva muchas horas de trabajo y mucha responsabilidad. Colaboramos para evitar el blanqueo de capitales; somos pieza fundamental en la tramitación de los expedientes de nacionalidad, intervenimos en materia de inversiones exteriores; facilitamos la actualización del Catastro… y muchas otras cosas.

   Yo hago bien mi trabajo, seguro que entre mis compañeros que habrá quien lo haga mejor y quien lo haga peor; pero así como el médico, camarero, ingeniero, peluquero, dentista… puede individualmente no prestar adecuadamente su servicio y no por ello se contamina a todas las personas que realizan el mismo trabajo, me gustaría ser tratado con igual respeto.

   Los notarios servimos y servimos para mucho. Sin embargo, no somos responsables de todo lo que pasa al que pasó por la Notaría; en ocasiones, aunque quisiéramos, las leyes son las que son y no las hemos hecho nosotros, aunque gustosos, si pudiéramos las cambiaríamos.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA   Noticias como las dos que se reseñan en este artículo, para ser tales, deberían basarse en una crítica seria basada en información contrastada, de lo contrario adolecen de falta de rigor. Puede que no se actuase diligentemente en el caso de la Sra. Vacas, ni lo se ni parece ser lo que importó a los periodistas, lo que sí se es que no podemos ser todos los notarios culpables del drama humano de esta señora.

   Tal vez el problema no sea de si los notarios servimos o no para algo -si no servimos seguro que dejaremos de estar, y mucho antes de lo que pudieramos imaginar-; puede que la cuestión sea si quien informa, para valorar una profesión, previamente ha dejado de lado sus prejuicios y ha tratado de averiguar por qué estamos ahí. En los casos que comento, la verdad, creo que no se ha hecho.

Antonio Ripoll Soler

Notario de Alicante

www.notariaripoll.com

10 Comentarios »

  1. Estoy totalmente de acuerdo con usted Sr. Ripoll, no se puede generalizar, ni mucho menos crear polémica y cuestionar una profesión por cuestionarla, porque toca, y da audiencia o lectores en este caso.
    Desgraciadamente en España hay cierta libertad para opinar de todo, sin conocimiento alguno o por despreocupación de obtenerlo, creando una opinión basada en la animadversión hacia colectivos, profesiones etc.
    Soy Abogado y API en Sevilla, acudo con frecuencia a notarias y no he tenido problema alguno con ningún Notario.

  2. Yo si he visto algún error en el colectivo de notarios y la cosa tuvo sus repercusiones.
    Sin embargo, en mi opinión y tal como se espera de ellos los notarios son los operadores jurídicos más serios y fiables (bastante por encima de abogados, jueces, secretarios,…).
    Todos somos humanos y nos equivocamos, pero los notarios los que menos. El que escribió el artículo me parece que hizo demagogia con un colectivo que en estos tiempos es fácil de atacar por su alto poder adquisitivo. La envidia, que es muy mala.

    • Estimado Edefensa Abogados:
      En primer lugar, te agradezco tu participación.
      En relación a lo que comentas, evidentemente, los notarios, como abogados, arquitectos, médicos y cualquier otro profesional, así como también sucede entre los técnicos y oficios, nos equivocamos. En tal caso, como es lógico, respondemos patrimonialmente de nuestros errores -al margen de otras responsabilidades-. Tenemos competencia, a quien no le gusta un notario procura ir a otro -es cierto que la competencia es distinta a la que puede tener un letrado-.

      Sucede que tanto el artículo de la Sra. Montero, como el previo del Sr. Donaire (al que se hace referencia en el post del que el presente es comentario). Adolecen de una absoluta desinformación y utilizan plurales y generalizaciones sensacionalistas e impertinentes; eso es lo que realmente me parece mal de los escritos.

      En cuanto a lo del «alto poder adquisitivo» que apuntas. Es un tema peliagudo. En la época en que vivimos, cualquier persona que pague sus facturas, préstamo -si lo tiene- y llegue a final de mes es un privilegiado. Hay muchas personas que lo están pasando muy mal. Entre los notarios, -al igual que sucede en otras profesiones- actualmente, hay quienes les van bien las cosas (en cualquier caso, peor que antes), bien por la zona en la que trabajan, porque son muy competentes, porque están muy arraigados…; pero también hay otros que no cubren gastos, notarías en las que se ha hecho EREs y otras en las que el notario lleva poniendo dinero para afrontar los gastos pensuales, mermando su patrimonio personal.

      El modelo económico de España, basado en el ladrillo, también afecta a las notarías, los documentos relacionados con em boom inmobiliario son los que más ingresos dejaban; el sistema esta montado de forma que el documento más caro financia al más barato -pues hay documentos que no cubren los costes de elaboración- cuando los documentos altos no están, los bajos son insuficientes. Sin embargo, es un tópico hablar del poder económico de los notarios.

      Te reitero el agradecimiento por haber participado y animo a seguir haciéndolo.

      Saludos

  3. Hola me llamo lola mi pregunta es, compramos una cosa y como es normal fuimos al notario a firmar las escrituras después de leer y explicar todo firmamos y nos dieron una escritura simple, de nuestra cuenta se retiro 11300€para gastos.. A pasado 10 meses y nos enteramos que el notario a echo un desfalco y no tenemos escritura ni está en el registro de la propiedad,, nos pueden quitar la casa, que podemos hacer,, el notario asido arrestado pero puesto en libertad,.muchas gracias lola

  4. Claro que los Notarios sirven por supuesto, pero también es cierto que muchos notarios se han salido de rositas con todas las escrituras firmadas en los últimos años. Da vergüenza ver, como los notarios pasaban la mano por el hombro de los bancos, dejando indefensos a los que íbamos a firma la escritura de compra de la vivienda. Muchos notarios no solicitaban al banco la oferta vinculante del cliente, por tanto este quedaba indefenso, como se puede comprobar con la famosa clausula suelo. Y lo mas curioso, que el notario que pedía la oferta vinculante, no se preocupaba de si estaba firmada por la persona que iba a firma la escritura. En fin, el dinero prevalece sobre las personas.

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