¡Eureka! ¡La encontré! Es lo que he pensado esta mañana cuando he tomado la fotografía que acompaña a este post y que, es la nueva cabecera de «El Blog del Notario».

   En los últimos días, como sabéis, he estado haciendo un lavado de imagen de «El Blog del Notario». Las píldoras legalesson lo importante; en un blog el contenido es lo primordial. Sin embargo, siempre me ha gustado que las cosas se presenten de una forma elegante y actual, pues es cierto lo de que una imagen vale más que mil palabras.

   «El Blog del Notario» ya ha superado la fase inicial crítica para todos los bloggers; ya son más de dos años y más de ochenta mil visitas. Escribirlo es algo que me hace ilusión. Son muchas las palabras de cariño que voy recogiendo de las muchas personas que lo leen, esta misma mañana, por ejemplo, una, ya amiga, habitual comentarista del Blog, me dejaba en una red social este cálido testimonio:

   «Bueno, es de justicia, precisamente, felicitarte porque le pones tanta pasión a lo que haces que eso me recuerda que hay vida y gente que se interesa por los demás y por lo cotidiano…»

María Elena Cobas Cobiella

   Cuando empecé a escribir el Blog no sabía ni lo que era ni hacia dónde se dirigía. Poco a poco, post tras post, fui encontrando mi hueco. Los feedbacks recibidos de vosotros me han ayudado a entender lo que el Blog representa y a hacer camino.

   Paralelamente, se han ido sucediendo lemas, junto a la cabecera. Con ellos he tratado de transmitir lo que el Blog pretende representar, así, inicialmente:

   «Una perspectiva notarial de lo cotidiano de las personas, abierta de la sociedad de Alicante a Internet».

   Este lema ha sido el que me ha acompañado durante todo este tiempo; si bien, en los materiales físicos del Blog, siempre he mantenido uno sugerido por un amigo abogado lector:

   «Entiende tus derechos sin morir en el intento»

   Todo lo anterior, la imagen de esta mañana que hoy os ofrezco, tomada mientras yo mismo corría, -momento, para mi, de absoluta reflexión y en el que nacen o se forjan muchos de los post-, me ha sugerido el lema que ahora presento:

   «La película de tu vida contada por un Notario».

   Los que leéis el Blog del Notario, mis píldoras legales, muchas veces os habréis sentido identificados con lo que en él se relata. Pretendo que sea de todo, menos notarial. No me gustaría que esto empezase a ser «El Ladrillo del Notario». El día a día de las personas, las noticias que nos importan, las cosas que nos afectan, son lo suficientemente ricas como para ser tenidas en consideración, vistas con los ojos de Notario, muchas veces, se nos presenta una dimensión que desconocíamos; en ello me parece que radica el éxito del Blog.

   En alguna ocasión, he apuntado ya que el Notario es un testigo excepcional de la vida de las personas. Nos invitáis de forma muda a ser partícipes en vuestro día a día, en las cosas que realmente os importan. Así, en un testamento, se tienen en consideración, muchas veces, a los hijos por nacer; se designa tutor para los nacidos. El otro día, os contaba, como se utilizaba un poder notarial para ayudar a determinar la filiación paterna. Cuando las personas deciden convivir, bien matrimonialmente, bien como simple pareja de hecho, allí está el Notario. Es el mismo que acompaña cuando compramos una vivienda o cuando nos vinculamos con el Banco, casi para toda la vida. Incluso en los momentos lúdicos, como en las Fiestas de Alicante.  Nos invitáis también a formar parte de vuestros sueños, como cuando se inicia un proyecto empresarial por el emprendedor. Acompañamos en momentos dolorosos, al liquidar el régimen económico matrimonial, por un divorcio; en aquellos casos en los que se subasta la vivienda hipotecada; cuando se pone fin a un negocio; cuando peleáis con un vecino; o… cuando se dejamos este mundo, somos los depositarios de vuestra voluntad para ser transmitida a vuestros seres queridos… Y eso lo vemos con la riqueza de matices que nos enseña rincón de España, son cuatro los destinos en los que he estado, todos diferentes, todos únicos.

   De todos vosotros aprendemos, y mucho, es la grandeza de esta profesión la que te permite conocer la sensibilidad y el corazón de las personas que en el rato que pasan contigo, te brindan compartir.

   Así, la imagen de esta mañana, en realidad, un rodaje cinematográfico con el que, por casualidad, me he topado corriendo por mi querida Playa de San Juan, me ha regalado la nueva cabecera y esta reflexión que hoy os traslado, gracias a todos por estar ahí, por leerme y por compensar con vuestros comentarios, el trabajo realizado.

   Como me dijo un amigo, este mismo año:

   «Toda historia tiene una película escondida, sólo hay que saber contarla»

Antonio Ripoll Soler

Notario de Alicante

www.notariaripoll.com