¿Qué me debe guiar para hacer testamento?

   Los notarios debemos indagar la voluntad de las personas que nos visitan. Se trata, al final, de que el consentimiento prestado coincida con la voluntad debidamente informada de la persona. Por eso me gusta entablar conversación con quienes comparte conmigo la sala de firmas. Hago muchas preguntas, en un momento llamo la atención sobre el sentido de las preguntas, pues el Notario, aunque lo parezca en esos casos, no es indiscreto.

   Uno de los actos notariales más importantes es el testamento. Se puede acudir a la notaría sin más. Sin embargo, a lo mejor, más allá de lo obvio, se debe reflexionar sobre cómo se quiere hacer testamento, sin perjuicio de que en la visita al despacho notarial se nos explicarán distintas alternativas que, probablemente no hayamos tenido en cuenta. Para ello es importante plantearse algunas cuestiones que, sin duda, nos ayudarán a que nuestro testamento, como documento que expresa la última voluntad de una persona, coincida con lo que realmente queremos.

   Os dejo aquí un guión que os puede ser útil y servir como una breve guía para hacer testamento.

¿Solo me interesan aspectos patrimoniales?

El testamento, pese a lo que muchos creen, es bastante más amplio que decidir a quién irán mis propiedades cuando yo falte.

En efecto, en testamento se pueden dar instrucciones, con mayor o menor eficacia jurídica, sobre cuestiones tales como:

• Decidir quién se va a ocupar de nuestros hijos, en caso de que falten ambos progenitores, mediante un nombramiento de tutor testamentario, de esta cuestión ya me he ocupado en «Padres, tutores… y luego… ¿quién?» o en «¿Padres, padrinos, tutores?».
• Reconocer hijos, no es lo más habitual, normalmente, el que no se ha ocupado en vida de esta cuestión extrañamente lo enmendará en su testamento.
• Expresar deseos, creencias o convicciones; incluso educar a los hijos o explicar por qué se han tomado determinadas decisiones; sobre esto puede leerse «Un testamento de película».

¿Todos los hijos por igual?

   Existe una falsa creencia de que todos los hijos deben ir por igual en la sucesión. La igualdad no siempre se consigue haciendo un reparto equitativo; los padres pueden desigualar en el testamento para compensar, méritos, afectos o ayudar al hijo menos favorecido.

   Y es que tan comprensible y, en todo caso, respetable es que al padre le guíe la parábola del hijo pródigo como la de los talentos. Es normal que el padre quiera aplicar su patrimonio, por ejemplo, a reparar la salud del hijo enfermo o a que tenga acceso a la misma vida que sus hermanos. Sin embargo, también es posible e igualmente respetable que el hijo que se esforzó no sea penalizado ante sus hermanos perezosos.

¿Como quiero que quede mi pareja?

Es también un tema importante. El abanico de posibilidades y preocupaciones es muy amplio. No todas las parejas y familias son iguales. Deben tenerse en cuenta cuestiones tales como:

• ¿Existen solo hijos comunes?
• ¿Hay hijos de anteriores relaciones de uno de los dos?
• ¿Qué papel quiero que jueguen los hijos de las relaciones de mi pareja en mi sucesión?
• ¿Existen otras personas a cargo de la familia distintas de los hijos?
• ¿Tenemos un patrimonio similar y anterior al matrimonio?
• ¿Sólo existen bienes comunes?
• ¿Quiero que mi mujer tenga que discutir con mis padres sobre la vivienda común? Porque es mejor saber que papel ocupa cada uno, puede interesarte leer ¿Casado con mi mujer o con mis suegros?.
• ¿Quién paga la hipoteca de la vivienda habitual? Es un problema que debe tenerse muy en cuenta, porque más allá de quién van los bienes nos encontramos con que alguien ha de pagarlos, como explico en «Pierdo a mi esposo y me deja su hipoteca» . En la época actual, hay que tener claro que las deudas se heredan, como podéis leer en ¿Crisis y herencias?
• ¿Va a interferir mi pareja en los negocios familiares de los que yo soy parte?
• ¿Soy consciente de que la ley no trata igual a la pareja que al cónyuge? Si no lo eres, igual te interesa este post «10 motivos para prescindir de la unión de hecho frente al matrimonio».
• ¿Se las consecuencias fiscales de no estar casado?

   Así, a muchas personas sólo les preocupa que su pareja tengan un techo, como relato en «Un techo para el viudo». Otras, en cambio prefieren que su cónyuge tenga absoluta libertad y que los hijos se plieguen a la voluntad del cónyuge sobreviviente.

¿Quiero decidir el reparto?

   Normalmente los testamentos se configuran por quebrados ideales, de forma que igual o desigualmente, los herederos, cuando falta la persona, se reparten los bienes poniéndose de acuerdo. En dicho acuerdo no solo se han de tener en cuenta los hijos, que normalmente serán los herederos, sino también al cónyuge sobreviviente.  Puede que, además, se deban tener en consideración a otras personas que tienen derecho sobre una masa patrimonial a la que es llamado el causante. Así, una herencia previa o sociedad de gananciales con otro cónyuge anterior, aún no resuelta.

   Sin embargo, puede que el que ordena su sucesión prefiera, guiándose por sus convicciones más íntimas o por el interés de la familia, prefiera decidir a quien va cada bien en concreto. Lógicamente, la cuestión será diferente en función del caudal hereditario y el número de hijos, pues muchas veces, aún queriéndose evitar la indivisión, no surgen lotes homogéneos o el reparto genera más disputas que la indivisión.

¿Papel de mi ex-pareja?

   Es frecuente que, actualmente, existan distintas parejas e hijos de distintas uniones. Puede que hablemos de niños o puede, en cambio, que los hijos sean ya mayores de edad.

   Existen padres que no quieren que los bienes sean administrador por el otro progenitor, pueden ser muchos los motivos; otros, en cambio lo que quieren es que esa administración recaiga en el otro progenitor pero no se beneficie nunca de los bienes.

   Hay un amplio abanico de posibilidades, de muchas de ellas me ocupo en «El testamento del divorciado»

¿Quiero ser solidario?

   Muchas personas utilizan su testamento para realizar obras de caridad, en función de cómo se canalice su voluntad el bien que se puede producir es mayor, no solo por ser mayor el importe de la herencia, sino por la configuración fiscal de la sucesión.

   Si quieres, como explico en este post, puedes ordenar un «Legado solidario»

¿Conozco los límites legales?

   En general, sea cual sea la ley que rija tu sucesión, todas suelen reconocer determinados límites en favor de determinadas personas de tu entorno que, el Derecho, considera, deben ser protegidas. Así, hijos y descendientes, padres y ascendientes, cónyuge y pareja de hecho e, incluso, en algunos casos, personas que dependen de ti, puede que tengan reconocido algún derecho que debe ser respetado en tu sucesión.

   Cuáles sean esas personas viene determinado por la ley que rija tu herencia, para lo cual habrá que atender a tus circunstancias que determinen la legislación aplicable a tu sucesión. Tu adscripción o vinculación a uno de los Derechos existentes en los distintos territorios de España, como explico en este post o en este otro; la existencia de elementos internacionales en tu sucesión, que determinen aplicable la normativa de la Unión Europea, como relato en este otro post; señalarán la mayor o menor flexibilidad de que puedas gozar al disponer de tus bienes.

   Por todo ello, meditadas estas cuestiones corresponde al profesional que elijas brindarte el asesoramiento que te mereces para evitar los problemas de confiar solo en internet, como les pasó a Frank y Diane, los protagonistas de este otro post. Y no lo olvides: el testamento siempre notarial,  es garantía de que tu voluntad esté debidamente informada y sea realmente cumplida.

Antonio Ripoll Soler

Notario de Alicante

www.notariaripoll.com